El jardín, el espacio de lo bello, del color, el edén. En miniatura, o en grandes extensiones, conecta con el alma. Poesía vegetal, en maceta, en huerto......Fueron los egipcios y los babilonios los pioneros en su cultivo. Los romanos los adosan a las casas,"villas ajardinadas". En el renacimiento y en el barroco tienen tanto auge que se convierten en complementos arquitectónicos. Árabes, chinos, japonenes, ingleses, todo tipo y estilo son patrimonio de todas las culturas, espacios únicos, expresiones íntimas de sensibilidad, espiritualidad y amor.
Engalanar nuestro espacio, terraza, huerto, ect, es fácil, reconfortante, y barato usando materiales desechados, dándoles un nuevo uso, como en este caso, tiestos y sus platos, neumáticos reciclados, palets, plásticos............latas. No hay límites a la fantasía, a la originalidad, a la creatividad.
Viste tu hueco preferido a modo de los jardines colgantes de Babilonia, descansa, y no te olvides de regar, está vivo y crece al igual que tu ilusión.
Aquí os dejo varias ideas que he encontrado por ahí y me han parecido muy interesantes.
y no olvides iluminar un lugar tan especial
A.Dipe
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